jueves, 14 de febrero de 2008

La carrera espacial continúa

¿Quién no se ha quedado maravillado observando la fotografía de algúna galaxia, estrella, planeta o nebulosa? Han sido sorprendentes los logros de la ciencia en las últimas décadas; nos ha mostrado lo que está mucho más allá de lo que podemos ver con nuestra limitada visión. Vivimos en un universo lleno de grandes maravillas. Nos hemos dado cuenta de que exiten gracias a los avances tecnológicos como el Hubble (telescopio espacial) y las sondas que viajan millones de kilómetros hasta perderse en el infiníto espacio exterior.Ya pasaron 50 años desde el lanzamiento de “Sputnik 1”, el primer satélite artificial puesto en órbita por la Unión Sobiética, en el contexto incómodo de la guerra fria, con el cual se marcó el comienzo de la llamada “carrera espacial”. La cual según la historia, llegó a su fin con el alunizaje tripulado del Apolo 11 en 1969 por parte de los Estados Unidos.A pesar de no necesitar realmente un viaje tripulado a la Luna, puesto que las sondas enviadas antes del Apolo 11 podían mostrar la información suficiente, sugería un gran paso para la humanidad el poder extender el dominio del territorio humano fuera del planeta. Poniéndonos en el contexto que se vivía entonces, fue un gran logro científico y político-social que puso a Estados Unidos a la delantera de la carrera y dándole un aparente fin a esta.A partir de 1975 con la misión “Apolo-Soyuz”, donde la cápsula Apolo (Estados Unidos) y la cápsula Soyuz(Unión Sobiética) se acoplaron en el espacio, se demostró de manera clara y un tanto simbólica, el deseo de cooperar entre ambos países.Hoy en día, ya no solo es Rusia y Estados Unidos los interesados en aportar algo para la Estación Espacial Internacional . El transbordador Atlantis despegó el 7 de febrero de 2008 con un laboratorio elaborado por la Agencia Espacial Europea(ESA), conformada por Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia y Suiza. El laboratorio, llamado Columbus, es un módulo de 1.900 millones de dólares, parte de una inversión de 5.000 millones de dólares de diez de los países de la ESA. El principale objetivo del Columbus es experimentar desde ciencia de materiales, análisis de micoorganismos, hasta los efectos de los vuelos espaciales en el cuerpo humano. La idea es poder tener un panorama más completo de las necesidades que se tendrían en un viaje largo en el espacio exterior. A demás de este laboratorio, exiten otros cinco módulos que están en espera de la NASA para ser llevados y acoplados a la Estación Espacial Internacional. Uno de estos ha sido desarrallado por Japón, dos por Rusia y otros dos en conjunto de la NASA y la ESA.Uno de los proyectos más ambiciosos es el poder llevar una misión tripulada hasta Marte. El viaje de una expedición al planeta Rojo es una meta ya establecida en los programas espaciales de Estados Unidos, Rusia, China y la ESA. Prácticamente, es la nueva carrera, y la disputa es quién llega primero. Rusia afirma tener todos los aspectos tecnológicos listos para mandar una misión tripulada a Marte y que el único detalle faltante son los 20.000 millones de dólares. Estados Unidos, tiene planeado primeramente hacer una base permanente en la Luna, inicialmente para realizar pruebas para la misión y luego como centro de abastecimiento y control. China y la India compiten por llegar primero a la Luna; países latinoamericanos como Perú, México, Brasil, Venezuela y Argentina han sentado bases para centros de investigación espacial propios y Colombia por ejemplo, comienza a tocar el tema de lanzamientos. El que haya una competencia por llegar primero, como hemos visto en el pasado, motiva a los competidores a hacer un esfuerzo extra por lograr lo mejor antes que la competencia y tarde o temprano nosotros también seremos beneficiados con un pizca de conocimiento del universo que nos rodea.

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